EL MUNDO
Por Rafael J. Álvarez Madrid
Un documental sobre la trata en el mundo acaba revelando los abusos sufridos de niña por la directora y la ocultación del acoso en la sociedad.
Hace unos días, en un colegio de Lleida, en un salón con un centenar de chavales entre los 14 y los 18 años, una adolescente se levantó, tomó el micrófono y dijo que en su familia había habido abusos sexuales. Cuando los chicos y las chicas aún estaban digiriendo el desgarro que acababan de oír, un joven confesó que todos en casa estaban preocupados porque el abusador de un menor de su familia acababa de salir de la cárcel. En noviembre, al finalizar un coloquio en un barrio de Madrid, un agente social de ese distrito contó que había sufrido abusos cuando era un niño. Y en Málaga, al acabar la proyección, una mujer emocionada verbalizó los tocamientos que un adulto perpetró sobre ella cuando era una cría. «Ocurre en cada pase. En México, varios niños contaron cosas como las que narra la película; en EEUU, sólo en un acto, cuatro hombres, llorando, dijeron que de niños habían sido agredidos sexualmente…